
Oporto se caracteriza por sus puentes sobre el río Duero y por sus famosos vinos. Pero la segunda ciudad más importante de Portugal, por detrás de Lisboa, está repleta de rincones que descubrir.
La ciudad se divide en dos grandes partes: el casco antiguo y la orilla del río Duero. Dentro del casco antiguo podemos encontrar la librería Lello e Irmao, uno de los grandes imprescindibles que visitar en Oporto. Su fama se debe a que fue fuente de inspiración de la escritora J.K. Rowling para ambientar algunas escenas de la exitosa saga de las novelas ‘Harry Potter’.
Muy cerca de la librería Lello e Irmao se encuentra la torre de los Clérigos, la más alta de la ciudad. Sus 74 metros de altura le convierten en el mejor mirador de Oporto desde donde se tienen unas vistas panorámicas del centro histórico de la ciudad después de subir 240 escalones.

La plaza de la Libertad es otro de los grandes epicentros de la ciudad, sobre todo por la noche. Muy cerca de ella, también en el casco antiguo, se encuentra la espectacular estación de San Bento. Es de principios del Siglo XX y destaca por sus fantásticos murales de azulejos.
Subiendo hacia la parte alta de la ciudad encontramos La Sé o Catedral de Oporto. Es del siglo XII y es uno de los edificios más antiguos y el más importante en temas religiosos. Desde la explanada en la que se encuentra podemos disfrutar de uno de los mejores miradores de la ciudad.

Desde el casco antiguo a la orilla del Duero debemos pasar por el barrio Do Barredo, que comunica ambas zonas de la ciudad. Está lleno de calles estrechas, escaleras y rincones únicos.
La parte baja de la ciudad es sin duda la más romántica de Oporto. Desde aquí se puede observar el imponente puente de Don Luis I, símbolo de Oporto. Fue inaugurado en el año 1886 y se puede recorrer a pie tanto por la parte alta como por la baja. Desde el piso superior se pueden observar unas de las mejores vistas de la ciudad, sobre todo en el atardecer. Si se cruza por la parte baja se llega directamente a la parte de la Gaia, conocida por sus bodegas de vino.

No te puedes ir de Oporto sin realizar una cata de vinos en una de las muchas bodegas que te vas a encontrar por este paseo. Destaca la de Porto Cruz que además tiene una terraza en la parte de arriba con unas vistas privilegiadas de la ciudad.
Otro de los imprescindibles de Oporto es el viaje en barco por el que recorrerás el río Duero a su paso por la ciudad. Este recorrido pasa por debajo de los seis puentes que tiene Oporto además de acercarse hasta la desembocadura del río. Es recomendable hacerlo a última hora de la tarde.

Tenemos grandes joyas muy cerca de casa. Esta ciudad es, sin duda, una gran escapada para un fin de semana. Pocos planes mejores que disfrutar de un vino de Oporto a las orillas del río Duero.
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