Granada, un viaje por otra época

Hablar de Granada es hacerlo de la Alhambra, el monumento más visitado de España, pero también de las callejuelas laberínticas del Albaicín, la esencia flamenca de Sacromonte o el olor a especias de todas las calles. Hablar de Granada es transportarse a otro lugar, a otra época. Granada es mágica y cuando la disfrutas siempre te deja con ganas de más, con ganas de no irte jamás.

La Alhambra de Granada es la parada obligatoria que hacer en la ciudad. Recorrerla puede llevarte todo el día y es que se trata de un impresionante conjunto de palacios, fortalezas y jardines que entremezcla estilos artísticos de diferentes épocas y de culturas muy diferentes. Este Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO es el mejor testigo que nos queda de una cultura cuyos pilares eran el arte, la música y la ciencia.

El reino nazarí de Granada fue el último bastión del al-Ándalus. La Alhambra con sus Palacios Nazaríes y su famoso Patio de los Leones, es uno de los máximos exponentes del arte islámico del mundo.

Dentro de su increíble conjunto arquitectónico destaca: los Palacios Nazaríes; La Alcazaba; Los jardines de la Alhambra; El Generalife y el Palacio de Carlos V.


Para hablar de recorrer Granada a pie podemos diferenciar tres zonas: la parte baja, el Albaicín y Sacromonte. En la parte baja nos encontramos con la Plaza Nueva que conecta tanto con la Alhambra como con el barrio del Albaicín. En este punto encontramos el edificio de la Chancillería y también el inicio del famoso Paseo de los Tristes. Es el paseo más famoso de la ciudad, transcurre junto al río Darro, y desde él se pueden disfrutar de unas vistas imponentes de la Alhambra. Su nombre oficial es Paseo del Padre Manjón pero recogió popularmente este nombre porque era el lugar por el que pasaban los cortejos fúnebres.

En esta parte baja también destaca la imponente Catedral de Granada que es tapada por muchos edificios que tiene alrededor. Tiene aspecto de inacabada y además muestra la mezcla de varios estilos arquitectónicos fruto de los años en los que se dilató su construcción. Lo cierto es que tiene unas dimensiones enormes siendo una de las catedrales más grandes del mundo.

Justo al lado de la Catedral de Granda se sitúa la Capilla Real, que aunque forman el mismo conjunto religioso son totalmente independientes. Esta fue construida por los Reyes Católicos con el fin de ser enterrados allí. En el interior de la capilla destacan los grandes mausoleos de mármol que representan a los Reyes Católicos y a Juana I y a Felipe I de Castilla, más conocidos como Juana la Loca y Felipe el Hermoso.

La Alcaicería o zoco de Granada es un pequeño mercado de artesanía que rememora el antiguo zoco árabe de Granada. Se trata de una reconstrucción ya que la Alcaicería original se destruyó en un incendio; antiguamente el trazado de las calles era mucho más errático. A ella se puede acceder a través de la plaza de Bib Rambla, una de las más famosas de la ciudad.


El barrio del Albaicín es, personalmente, la parte de la ciudad con más encanto. Está compuesto por casas blancas, balcones repletos de macetas, jardines ocultos tras muros encalados, callejuelas empinadas y los mejores miradores para contemplar la Alhambra. Si le recorres por primera vez va a ser difícil no perderse ya que es una especie de laberinto pero la mejor forma de conocer el Albaicín es callejeando. Está reconocido como Patrimonio de la Humanidad y recorrer este barrio te hace pensar que estás en otro tiempo y en otro lugar.


Una de las paradas más destacadas de este barrio es el Palacio de los Córdova, también conocido como la Casa del Gran Capitán. Este palacio de estilo renacentista con aire mudéjar tiene unos jardines muy cuidados desde los que se va la Alhambra.

En este barrio se puede visitar los Cármenes, nombre con el que se conoce a las casas que tenían jardín o huerto con visitas a la Alhambra de Granada. Además, en el Albaicín se encuentran los miradores más impresionantes de la ciudad. El más famoso es el de San Nicolás cuyo momento perfecto para visitarle es durante el atardecer, instante en el que la Alhambra se tiñe de rojo con la luz de la puesta del sol. A menudo se puede escuchar a músicos callejeros tocando la guitarra que harán de esta experiencia algo inolvidable.

Si el mirador de San Nicolás se encuentra repleto de turistas, una buen opción es el mirador de Carvajales, menos conocido que el anterior pero con las mismas vistas impresionantes de la Alhambra. La Nueva Mezquita de Granada se encuentra muy cerca y tiene también un bonito jardín con vistas al monumento.


El Sacromonte de Granada es el barrio gitano por excelencia. Popular por sus casas cuevas, por sus zambras, por su tradición flamenca y por sus vistas es uno de los lugares más auténticos que poder disfrutar en la ciudad. Sus vistas no tienen nada que envidiar a las del Albaicín ya que se puede disfrutar de la Alhambra además de otros muchos puntos de Granada.

Además del flamenco, lo más característico de este barrio son sus casas cueva. Descubrirlas nos hará encender mejor muchos de los oficios tradicionales de esta parte de la ciudad. Lo que más destaca es su abadía de Sacromonte, un lugar que merece la pena visitar.


Además de todos estos lugares, no te puedes ir de Granada sin probar uno de sus famosos tés y pastas árabes que te hará sentir como dentro de un cuento de Las mil y una noches. Disfrutar de sus famosas tapas es otro de los mejores planes que hacer. El tapeo, que forma parte de su cultura gastronómica, está extendido por toda la ciudad pero la calle Navas es uno de los mejores lugares en los que poder probarlas.

Granada constituye una joya única en nuestro país de la que poder disfrutar en cualquier época del año. Además, si nuestro viaje es largo podemos visitar los pueblos de la Alpujarra granadina, comarca situada a pocos kilómetros de la capital, y que está formada por algunos de los pueblos más bonitos de España.

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