Un fin de semana entre viñedos y buen vino

El vino en La Rioja no constituye sólo una bebida sino una cultura compartida. Y qué mejor forma de conocer esta tierra que a través de sus viñedos y bodegas. Descubririla a través del enoturismo, que tantos adeptos ha ganado en los últimos años, es una de las mejores alternativas de las que disponemos en la actualidad.

Además del buen vino, su gastronomía y cultura, los paisajes de los que podemos disfrutar recorriendo La Rioja son espectaculares y hacen de este un viaje inolvidable.

La denominación de origen Rioja se divide en tres subzonas: Rioja Alavesa, Rioja Alta y Rioja Baja. Cada una de ellas tiene unas características propias que hacen que los vinos que se producen sean totalmente diferentes. Gracias a los distintos accidentes geográficos que encontramos en la región, a la diversidad de tipos de suelo y a las diferencias climáticas, cada una de ellas posee un carácter singular transmitiéndolo a los vinos de la Rioja  todas sus peculiaridades y dotándolos de la personalidad característica de cada zona.


En La Rioja nos encontramos con múltiples bodegas que ofrecen visitas y catas y que constituyen una de las actividades turísticas principales de la región. Dentro de las múltiples ofertas de las que disponemos la elección que hagamos dependerá de nuestro gusto personal.

En nuestro caso, visitamos Bodegas CVNE, situada en el Barrio de la Estación de Haro, el barrio con la mayor concentración de bodegas centenarias de vino que se pueden encontrar en el mundo. Esta bodega, que en 2019 cumplió 140 años de historia, fue la que dio inicio a la compañía y mantiene hoy en día su emplazamiento inicial. Desde su fundación en 1879, se configuró a lo largo de los años a través de varios edificios, distribuidos alrededor de un patio central.

Entre sus espacios destacan, por ejemplo, la nave Eiffel, obra del estudio del célebre ingeniero Gustave Eiffel, la nave Real de Asúa, que funciona como una pequeña bodega independiente, o la Aldea del Vino. Respecto a la Nave Real de Asúa, se creó once años después de que naciera el vino Real de Asúa, en 2005. Es una bodega propia para este vino en la que se instaló una gran cámara frigorífica para la entrada de uva, unas tinas de roble para la fermentación y unos depósitos de cemento. Además de esta bodega, CVNE dispone de otras como son Viña Real y Viñedos del Cotino. La visita incluye al final una cata muy completa.


Aprovechando nuestra visita a CVNE, que mejor forma de continuar el día que visitando el pueblo de Haro, considerado la capital del Rioja. Este es, sin duda, uno de los pueblos riojanos con más encanto. El centro neurálgico de Haro es su plaza de la Paz donde se encuentra uno de sus más conocidos símbolos: el edificio del siglo XVIII del ayuntamiento, con sus soportales con cuatro arcos. Este rincón se mantiene decorado con un grupo de barricas de vino que nos recuerda el arraigo de su producción en este lugar de Rioja.

Su gastronomía es otro de los mayores atractivos con los que cuenta Haro. Son numerosos los bares y restaurantes en los que poder disfrutar de sus más que conocidas patatas a la riojana.

Además, en Haro se encuentran otras muchas bodegas como son: Ramón Bilbao, Bodegas Martínez Lacuesta, Bodegas López de Heredia o Bodegas Muga.


Muy cerca de Haro se encuentra Santo Domingo de la Calzada, uno de los lugares que no podemos dejar de visitar en nuestra ruta por La Rioja. Es uno de los pueblos más bonitos de la zona. Está muy vinculado al Camino de Santiago y dispone de una arquitectura y unos parajes realmente espectaculares. Por esta zona también podemos visitar Berceo, pueblo donde nació el poeta medieval Gonzalo de Berceo, y que se encuentra muy cerca de otro de los lugares más destacados de la Rioja: San Millán de la Cogolla. En este pequeño municipio ubicado a los pies de la Sierra de la Demanda, se encuentran los espectaculares Monasterios de Suso y Yuso que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 1997.


Para completar nuestro fin de semana en La Rioja decidimos visitar Campo Viejo. Una bodega de características muy diferentes a la de CVNE y en la que poder encontrar elementos que todavía no habíamos conocido.

Esta bodega está situada a las afueras de Logroño y cuenta con 45.000 m2 que se encuentran completamente integrados en el paisaje. Entre sus marcas más conocidas podemos nombrar Alcorta que utiliza principalmente la variedad tempranillo, Azpilicueta que está elaborado únicamente de uvas de un pueblo llamado Fuenmayor, de variedad tempranillo, graciano y mozuelo, y por último Campo Viejo, fabricado con uvas de todas las variedades.


Se trata de una bodega bastante moderna, de reciente construcción y de gestión sostenible que proyecta una imagen totalmente comprometida con el entorno y con el medio ambiente. Como novedad frente a otras bodegas, esta permite no sólo visitar sus impresionantes instalaciones sino que también cuentan con talleres de pintura en botella y de aromas, tours privados por los terrenos, catas de vino, y otros talleres como iniciación a la cata.

Si algo destaca en las Bodegas Campo Viejo son los espectaculares paisajes que la rodean, donde tomarse un vino disfrutando de su entorno es un auténtico lujo.


Para finalizar nuestra escapada en La Rioja visitamos Logroño, donde destaca su centro histórico presidido por la espectacular Concatedral de Santa María de la Redonda y uno de los lugares de tapeo más famosos de España: la calle Laurel.


Además, en Logroño podemos disfrutar del Espolón, una de sus zonas más conocidas; numerosos calados, que son el nombre con el que se conocen en La Rioja a las bodegas que se encuentran debajo de las casas; el Parlamento y su famoso puente de piedra bajo el que pasa el río Ebro.

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