El siglo de Miguel Delibes, el escritor de Castilla

«He sido fiel a un periódico, a una novia, a unos amigos, a todo con lo que me he sentido bien. He sido fiel a mi pasión periodística, a la caza. Lo mismo que hacía de chico he hecho de mayor, con mayor perfeccionamiento, con mayor sensibilidad, con mayor mala leche. Siempre he hecho lo mismo».

El periodismo, su mujer y Castilla. Estas fueron las grandes pasiones de Miguel Delibes, el escritor que puso en el mapa de la literatura a Castilla. Una tierra que no le olvida y que en el centenario de su nacimiento sigue reivindicando su nombre y su obra a través de una exposición, situada en el corazón de Valladolid, que repasa su trayectoria.

La vida y la fecunda obra de Miguel Delibes no se entienden sin la unión que las vincula a su tierra, Castilla, y más particularmente a su ciudad, Valladolid. Nadie como él ha sabido encerrar en su obra a Castilla y sus habitantes. A ellos, a sus oficios pegados a la tierra y a un castellano con el que dio voz a todos sus personajes.

«Cuando yo tomé la decisión de escribir, la literatura y el sentimiento de mi tierra se imbricaron. Valladolid y Castilla serían el fondo y el motivo de mis libros en el futuro», decía el propio Delibes en el discurso de respuesta a su nombramiento como Hijo Predilecto de la ciudad del Pisuerga, en 1986, doce años antes de regalarle a su lugar de nacimiento la gran novela vallisoletana que es ‘El hereje’.

Un compromiso con las gentes de Castilla que le llevó también a permanecer siempre unido a su periódico, El Norte de Castilla. Aquel joven que llegó a la redacción con un cuaderno de caricaturas sería el elegido para dirigir el periódico y recuperar su identidad liberal en pleno franquismo.

El Norte de los años sesenta y setenta no se explica sin él, tanto por su presencia en el periódico como por el plantel que reunió y formó a su alrededor: Leguineche, Umbral, Alonso de los Ríos o Jiménez Lozano. El propio Delibes aseguró que el Norte era una parte muy importante de él pero es que la historia y la personalidad del Norte de Castilla fueron marcadas a fuego por el escritor.

‘La sombra del ciprés es alargada’ fue el primer libro de Miguel Delibes y con el que ganó el Premio Nadal en el año 1948. A este le seguirían un total de veintiséis obras más entre las que se encuentran ‘El camino’, ‘Diario de un cazador’, ‘La hoja roja’, ‘Las ratas’, ‘Cinco horas con Mario’, ‘Los santos inocentes’, ‘Señora de rojo sobre fondo gris’, ‘Diario de un jubilado’ o ‘ El Hereje’. A esta bibliografía también hay que unirle diecisiete ensayos y seis libros de viaje.

Fue miembro de la Real Academia Española, institución en la que ingresó a propuesta de Vicente Aleixandre, Juan Antonio Zunzunégui y Julián Marías en el año 1975. Además, recibió los premios Miguel de Cervantes, Nacional de Narrativa, Nacional de las Letras Españolas y el Princesa de Asturias de las Letras.

Durante los últimos años de su vida se convirtió en el eterno candidato al Premio Nobel de Literatura y, aunque no llegó a recibir el prestigioso galardón, su obra ha sido traducida a más de treinta idiomas y ha sido estudiada a lo largo de todo el mundo.

Con motivo del centenario de su nacimiento, numerosos actos y homenajes siguen recordando la importancia de la figura de Miguel Delibes. A la exposición itinerante en homenaje al escritor también se le une la presentación de libros como ‘Miguel Delibes: Vida y obra de un escritor’. Una conversación amena y distendida, tranquila y amigable con el vallisoletano. Una edición y textos que han corrido a cargo de Jesús Marchamalo y una selección de Amparo Medina-Bocos.

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