Es innegable que Santiago de Compostela es mundialmente conocido por ser el punto final del Camino además de albergar en su espectacular catedral los restos del Apóstol Santiago pero lo cierto es que la capital de Galicia es mucho más que eso. Poseedora de una riqueza histórica, arquitectónica y artística inigualable, también goza de una amplísima variedad gastronómica. Todo esto hace de Santiago de Compostela un destino imprescindible para visitar.
El epicentro de Santiago de Compostela es su catedral. Sin duda, este templo es lo primero que cualquier turista debe visitar en la ciudad. Su estilo arquitectónico, mezcla de románico y barroco, hace de ella una de las más bellas del mundo. Además, es recomendable visitar su interior. En él destaca el Pórtico de la Gloria, obra cumbre de la escultura románica, así como la figura del apóstol y su tumba, situada en la cripta de la catedral.
La catedral está ubicada en la Plaza del Obradoiro donde se encuentra uno de sus edificios más icónicos: el Hospital de los Reyes Católicos. Ahora mismo está reconvertido en el Parador de Santiago pero fue construido en puro estilo plateresco tras la visita de los Reyes Católicos a Santiago de Compostela, con la intención de acoger a los peregrinos que, finalizado el Camino, necesitaran auxilio.
La Plaza del Obradoiro es el centro neurálgico de la zona vieja de Santiago. Sin duda, lo mejor es recorrer todas y cada una de sus calles e impregnarse así del ambiente tan especial que estas tienen. Dentro de su casco histórico destacan el Monasterio de San Martín Pinario y Convento de San Francisco. También su famosa Universidad de Santiago, una de las más antiguas de España, y el Mercado de Abastos. Este último es el mejor lugar donde poder adquirir los productos típicos de la zona además de contar con numerosos bares y restaurantes donde poder disfrutar de la gastronomía gallega. Sin lugar a dudas, es una parada obligatoria en Santiago de Compostela.
Además de numerosos museos que visitar entre los que destaca el dedicado al peregrino o al pulpo, este último es, sin duda, uno de los planes más originales que poder hacer en Santiago. Y hablando de gastronomía, en la ciudad es muy conocida la ruta París – Dakar. Esta consiste en tomarse una taza de ribeiro en cada uno de los más de 30 locales que se concentran en la Rúa do Franco (empezando en el París y terminando en el Dakar), donde se concentran la mayoría de bares y restaurantes del centro histórico. También es imprescindible pasar por el bar la Tita y probar su famosa tortilla, comer una típica empanada gallega o disfrutar de una inmejorable mariscada.
Otro de los lugares obligatorios que visitar en Santiago de Compostela es su Alameda. Esta zona verde que rodea la ciudad cuenta con una de las vistas panorámicas más espectaculares desde donde contemplar la Catedral de Santiago. Además, su Monte Pedroso y Monte Do Gozo son otro de los mejores sitios desde donde poder disfrutar de una vista general de la ciudad.
Santiago de Compostela conforma un destino inigualable que visitar en cualquier época del año y desde donde también se pueden hacer otras visitas como a la Costa da Morte, las Rías Baixas o la Ribeira Sacra.
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