Aunque no estamos ante una de las ciudades más turísticas de España, lo cierto es que Vitoria es un destino más que recomendable. Fue la capital verde de Europa en 2012 y actualmente es la ciudad con mayor proporción de parques por habitante de España. Este es uno de los principales atractivos de la capital vasca pero no el único.
Vitoria invita a descubrirla a pie disfrutando de todas y cada una de sus calles y rincones entre los que destaca su bonito y cuidado centro histórico. El centro neurálgico de este es la Plaza de la Virgen Blanca. Realizada en siglo XVII en ella se encuentran las letras de Vitoria y detrás de ellas se puede ver el Monumento a la Batalla de Vitoria.
Este es el lugar donde cada 4 de agosto tiene lugar el txupinazo que supone el pistoletazo de salida a las fiestas de la Virgen Blanca, una de las mejores fiestas del País Vasco. Es ahí cuando Celedón baja con su paraguas y dan comienzo los días festivos. Justo en la parte alta de la Plaza de la Virgen Blanca se encuentra la Iglesia de San Miguel. Es una iglesia del siglo XIV y en ella se encuentra la capilla de la Virgen Blanca, patrona de la ciudad. Desde la balconada de esta iglesia se tiene una vista privilegiada a la Plaza de la Virgen y justo al lado se encuentra la escultura de Celedón.
Muy cerca podemos encontrar la Plaza de España, la Plaza Mayor de Vitoria. Es de estilo neoclásico y está rodeada de soportales y elegantes edificios. Aquí se encuentra el Ayuntamiento de Vitoria, varias cafeterías y la Oficina de Turismo de la ciudad.
Vitoria es una ciudad amurallada aunque sea poca la parte que se conserva actualmente. Dentro de ella encontramos la Catedral de Santa María, conocida popularmente como la Catedral Vieja. Es de estilo gótico del siglo XIV y fue declarada Patrimonio de la Humanidad dentro del contexto del Camino de Santiago. El escritor Ken Follet se inspiró en ella para escribir la segunda parte de los Pilates de la Tierra y por ello hay una estatua dedicada a él muy cerca del templo. Una de las cosas que más caracterizan a esta iglesia es que está eternamente en obras. De hecho, su eslogan es «Abierto por obras», animando a turistas y vitorianos a visitarla cuando así lo deseen.
Esta no es la única catedral de Vitoria ya que la ciudad cuenta con dos. La Catedral Nueva o Catedral de María Inmaculada finalizó su construcción en el año 1969 que puede presumir de ser la tercera catedral nueva más larga de España sólo por detrás de la Catedral de Sevilla y la de Mallorca. Junto a la concatedral se encuentra el Museo Diocesano de Arte Sacro de Álava.
Al lado de la Catedral Nueva se encuentra el Parque de la Florida, ubicado justo enfrente del Parlamento Vasco. Está habitado por más de 20 especies de pajarillos, el jardín secreto del agua tiene una secuoya y casi 30 arbustos de diferentes especies.
Otra de las señas de identidad de Vitoria son sus murales. Pocas ciudades de España tienen tantos murales y tan cuidados como los que te puedes encontrar en Vitoria. En el centro hay 14 murales y en total 25 por toda la ciudad y todos ellos han sido proyectos en los que han podido participar los propios vecinos de la ciudad haciendo de este un proyecto en común.
Recorriendo estos murales podemos encontrarnos algunos de los muchos palacios con los que cuenta la ciudad. La Casa del Cordón es un antiguo palacio medieval y uno de los más antiguos de Vitoria pero también podemos ver otros como el Palacio de Escoriaza-Esquivel del siglo XVI, el Palacio de Montehermoso, el Palacio de Villa Suso, actual centro de congresos y el Palacio de la Provincia, actual sede de la Diputación Foral de Álava.
Fuera del centro de la ciudad se enmarca la ruta del Anillo Verde y uno de los principales reclamos que tiene Vitoria. Una senda de 47 kilómetros que unen los parques de la ciudad de la periferia de la ciudad perfecta para recorrer en bici o andando. Dentro de esta senda se encuentran los Humedales de Salburua, con cuatro lagunas y rutas de senderismo. Un lugar perfecto para desconectar y hacer algo de deporte a escasos kilómetros del centro de Vitoria.
Vitoria también cuenta con una importante gastronomía que poder disfrutar en alguna de sus tabernas. Para ello lo mejor es irse de ruta de pintxos por su famosa calle Cuchillería en la que poder probar también su bebida estrella, el txacolí.
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