Zaragoza, una ciudad por descubrir

La ciudad de Zaragoza es uno de los lugares más bonitos de España y no sólo por su imponente Basílica del Pilar sino por albergar un patrimonio histórico difícil de igualar. Zaragoza se ha convertido en un importante núcleo económico e industrial debido a su posición estratégica en el triángulo Madrid-Barcelona-País Vasco.

Actualmente, es una de las ciudades más pobladas de España y una capital cosmopolita que ha sabido fusionar su legado histórico y cultural con nuevas infraestructuras y un dinamismo digno de admirar.

Zaragoza fue fundada por el emperador César Augusto. El pasado romano ha dejado un importante peso histórico en la ciudad a quien debe su trazado urbano además de vestigios como el Museo del Teatro de Caesaraugusta, un teatro romano excavado hace algunos años y los restos de la muralla que rodeaba la ciudad.

A pesar de su nacimiento como ciudad romana, es la Basílica del Pilar el icono por excelencia de Zaragoza. El templo es una de las principales señas de identidad de la ciudad y en ella se encuentra su patrona, la Virgen del Pilar. La visita a ella es libre y puede realizarse de forma gratuita. En ella además también se puede disfrutar de importantes obras de arte entre las que destaca un fresco del pintor Francisco de Goya.


En él también se puede visitar el museo pilarista y subir a una de sus torres, la de San Francisco de Borja. Desde allí y gracias a un enorme ascensor, se observa una de las vistas más bonitas de la ciudad desde más de 90 metros de altura. Un lugar de vértigo desde el hacer una de las mejores fotos panorámicas de Zaragoza.


Muy cerca de esta misma Plaza del Pilar, epicentro de la ciudad y uno de los lugares más emblemáticos de Zaragoza, está situada La Catedral del Salvador, más conocida como La Seo. Fue construida en el Siglo XII sobre una antigua mezquita musulmán y un foro romano. De ella destaca el cimborrio octogonal de estilo barroco churrigueresco. Para verla por dentro, la entrada es de pago pero sin duda merece la pena visitarla por, entre otras cosas, su valioso museo de tapices.

A pocos metros de ella está situada la Lonja, un edificio de estilo renacentista construido en el siglo XVI para realizar actividades mercantes y que en la actualidad hace las veces de sala de exposiciones. Por último, en esta misma plaza también se puede visitar el Museo de Goya que cuenta con una de las mejores colecciones de este autor de entre más de 1000 obras.

Desde la calle de Alfonso I, situada en el centro turístico, se encuentran diferentes comercios y cafeterías tradicionales. Desde aquí se llega a la calle de El Coso, por donde circula el tranvía, y desde donde se puede acceder al Tubo, la zona de tapas de Zaragoza. Un entramado de callejuelas que contienen los bares y restaurantes más típicos de la ciudad

Caminando o en tranvía, desde el centro del casco histórico se llega hasta uno de los lugares más sorprendentes y bonitos de Zaragoza, el Palacio de la Aljafería. Fue construido durante el siglo XI, es la única construcción islámica hispana que tenemos en España del periodo de Taifas.

Es, junto a la Alhambra de Granada y la Mezquita de Córdoba, una de las tres grandes obras que se conversan de la época musulmana. Fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1986 como parte de la «Arquitectura mudéjar de Aragón». Actualmente acoge las Cortes de Aragón en su interior y puede ser visitado tanto de forma libre como en visita guiada. Es uno de los grandes tesoros de Zaragoza y que comúnmente se desconoce, por eso merece mucho la pena su visita.


Muy cerca del Palacio de la Aljafería, se encuentra la Plaza de Toros de Zaragoza. Más conocida como el coso de la Misericordia, fue construida en el Siglo XVIII en una obra que duró poco más de 70 días.

Desde entonces ha experimentado sucesivas ampliaciones y reformas, la más importante fue en el año 1916, que le dio el aspecto que tiene actualmente, una construcción historicista de estilo neomudéjar. Cuenta con un ruedo de un diámetro de 48 metros y alberga los festejos taurinos más importantes durante la Feria del Pilar.


Por último, Zaragoza tiene destacadas zonas verdes como Parque Grande o Parque José Antonio Labordeta donde poder dar un agradable paseo o hacer deporte. Cuenta con 27 hectáreas y donde hay una zona de pinares, grandes avenidas incluso asfaltadas, fuentes, terrazas, pistas de petanca y de patinaje.


Zaragoza es una ciudad por descubrir que en muchas ocasiones pasa desapercibida debido a su proximidad con Barcelona y que alberga un importante patrimonio histórico, cultural y social que bien merece, al menos, un fin de semana.

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