Málaga, la biznaga del sur

Málaga no sólo se ha convertido en una de las ciudades españolas más importantes debido a su ascendente presencia tanto a nivel cultural como artístico, sino también en uno de los destinos elegidos por cada vez más veraneantes en la época estival.

Una ciudad que durante décadas ha estado a la sombra de su famosa Costa del Sol y que desde hace unos años ha recuperado el lugar que merece fruto de una gran apuesta por el considerable patrimonio histórico con el que cuenta.

Si hay una semana idónea para visitar Málaga esta es la de su feria. A diferencia de otras ciudades, Málaga ha sabido encontrar el equilibrio perfecto para poder ofrecer a los visitantes tanto la amplia oferta de la que dispone su programación festiva como también el turismo cultural con el que cuenta durante todo el año.

De esta forma, no sólo se puede vivir la feria tanto en el centro de la ciudad como en el Real Cortijo de Torres sino, también, poder seguir disfrutando de todo lo que ofrece Málaga sabiendo conjugar a la perfección en una de las ferias más esperadas tras dos años de obligado parón y donde el Cartojal es su gran protagonista.

Esta bebida empezó a producirse en la década de los ochenta con la idea de ser exportada a Reino Unido, país que que demandaba un vino dulce. Sin embargo, su popularidad en la Feria de Málaga, en la que comenzó a introducirse en la misma década a través de degustaciones desde carrozas conjuntamente con otras bodegas, obligó a enfocar la producción a la cita festiva.

El vino se hace a partir de la uva de moscatel de Alejandría, una uva autóctona de Málaga que se cultiva en la región de la Axarquía, y de la moscatel morisco. Curiosamente, la vendimia de estas uvas se realiza durante la noche, para evitar el intenso calor de los veranos de Andalucía.

Fundada por los fenicios y situada a orillas del Mediterráneo, Málaga dispone de un gran patrimonio cultural y arquitectónico concentrado en su centro histórico, además de extensas playas, interesantes museos y un gran ambiente. También cuenta con una amplia oferta gastronómica compuesta por cientos de restaurantes y bares en los que poder probar sus platos más típicos.

La Alcazaba es, sin duda, uno de los lugares más importantes que poder visitar en Málaga. Esta fortificación musulmana construida en el siglo XI a los pies del monte Gibralfaro cumplió con una función militar, convirtiéndose en una de las construcciones que mejor resistieron los asedios durante la Reconquista gracias a sus grandes murallas almenadas, altas torres, dobles puertas y arqueras.

Dentro de ella se puede realizar un recorrido por diferentes palacios, jardines y patios desde los que, además, se puede disfrutar de unas vistas privilegiadas de la ciudad y de la bahía. A los pies de la Alcazaba también se encuentra el Teatro Romano de Málaga. Fue construido en el siglo I por orden del emperador Augusto y permaneció prácticamente oculto hasta que en los años 50 salió a la luz y se convirtió en otro de los puntos turísticos de la ciudad.

Una vez situados en esta parte de la ciudad, para completar el recorrido, lo idóneo es subir hasta el Castillo de Gibralfaro a través del sendero que sale desde la propia Alcazaba y en el que se puede ir parando por los diferentes miradores que ofrece la ruta y que facilita la subida.

Esta fortaleza árabe, construida en el siglo XIV, resistió varios asedios de las tropas de los Reyes Católicos. Está compuesta por una amplia muralla que dispone de hasta ocho torres entre las que destaca la Torre Mayor, de 17 metros de altura.

Completada la parte histórica, el centro de Málaga también ofrece una importante oferta cultural entre la que destaca la Catedral de Málaga. La Santa Iglesia Catedral Basílica de la Encarnación es una de las mayores joyas de estilo neoclásico que se pueden visitar. Su construcción se prolongó entre los años 1525 a 1782 y por problemas de financiación quedaron varios elementos sin terminar como el tejado, la sacristía mayor y sobre todo, la segunda torre. Por eso es conocida popularmente como ‘La Manquita’.

Enfrente de la Catedral de Málaga, en la Plaza del Obispo, se encuentra el Palacio Episcopal, sede del Museo Diocesano del Arte Sacro de Málaga y una joya arquitectónica de mediados del siglo XVIII. Este edificio barroco está compuesto por colores ocres y la imagen de la Virgen de las Angustias en su fachada.

La oferta museística es otro de los aspectos que ha convertido a Málaga en una de las ciudades con mayor importancia cultural en España. El Museo Picasso, situado en el Palacio de Buenavista es el más importante de Málaga. En el interior de este edificio renacentista del siglo XVI se pueden ver hasta 285 obras del pintor. Entre las obras más importantes que donó el pintor al museo se encuentran ‘Mujer con los brazos levantados’, ‘Niño con una pala’, ‘Acróbata’, ‘Bañista’, ‘Las tres gracias’ y ‘Naturaleza muerta con gallo y cuchillo’.
Además, si queremos conocer más sobre Picasso, en la Plaza de la Merced se encuentra la casa natal del pintor, donde nació y vivió hasta el año 1884. Actualmente alberga obras y objetos personales del artista y de su familia. Una biblioteca especializada y un continuo programa de exposiciones temporales y actividades culturales.

Además del Museo Picasso, en el centro de Málaga también se encuentra el Museo Carmen Thyssen, que alberga una de las colecciones más importantes de pintura española del siglo XIX y principios del XX. Ubicado en el palacio de Villalón, una antigua casa señorial del siglo XVI, este museo tiene más de 250 obras que proceden de la colección personal de Carmen Thyssen-Bornemisza entre las que destacan la ‘Santa Marina’ de Francisco de Zurbarán y ‘La Buenaventura’ de Julio Romero de Torres, entre otras muchas.

Una vez completada la ruta cultural, otro de los mejores planes que poder hacer en Málaga es pasear y disfrutar de todas sus céntricas calles y que durante la semana de feria se convierten en uno de los epicentros de su fiesta con numerosas actuaciones musicales y donde mayor número de personas se concentran.

Marqués de Larios es una de las vías comerciales más elegantes y caras de España y es, también, la calle más famosa que ver en Málaga. Fue financiada por familia malagueña Larios e inaugurada en 1891. Esta amplia calle flanqueada por imponentes edificios que hacen de ella una de las vías más bonitas de la ciudad. Además, es donde durante la Feria de Málaga se sitúa la Portada.

En uno de los extremos de la Calle Larios se sitúa la Plaza de la Constitución. Uno de los centros neurálgicos de la vida malagueña desde el siglo XV y una de las principales plazas que visitar en Málaga. Está rodeada de edificios históricos como la Escuela de San Telmo y la Casa del Consulado y destaca por la belleza de la Fuente de Génova, construida en mármol en el siglo XVI, y por las terrazas de bares y restaurantes donde tomar algo y tapear.

Aunque Málaga cuenta con un amplia oferta gastronómica, es de parada obligatoria en la ciudad ‘El Pimpi’. Ubicado en un antiguo caserón malagueño del siglo XVIII, por sus salas han pasado generaciones de personalidades del mundo del flamenco, la política y el arte.

Su nombre hace referencia a un personaje muy popular en la ciudad, ya desaparecido, ‘los pimpis’, jóvenes famosos por su atención y ayuda a la tripulación de los barcos y su pasaje, que se convirtieron en los primeros guías de la ciudad.

Con su decoración típicamente malagueña, esta encantadora bodega permite disfrutar de los vinos de la tierra y de una exquisita gastronomía muy popular en la ciudad. El Salón de los Barriles es el alma de la bodega, repleto con botas de crianza firmadas, entre otras personalidades ilustres, por la familia Picasso, el Pintor Barceló, el torero el Cordobés, la Duquesa de Alba, Carmen Thyssen, o Antonio Banderas, que dan buena prueba de la historia de este lugar. En el mismo entorno, compartiendo muro y plaza, se encuentra el ‘El Pimpi Marinero’, un edificio moderno, con fantásticas vistas al Teatro Romano y la Alcazaba, especializado en marisco y coctelería.

Durante la Feria de Málaga se celebra cada año su importante Feria Taurina en el Coso de la Malagueta. Construida en 1874 por Joaquîn Rucoba, se inauguró el 11 de junio de 1876 con toros de la ganadería de Murube que fueron lidiados por Rafael Molina ‘Lagartijo’, Antonio Carmona y Luque ‘El Gordito’, y Manuel Rodríguez ‘Desperdicios’. En 1976 fue declarada Conjunto Histórico-Artístico, coincidiendo con el centenario de su inauguración, y en 1981, Bien de Interés Cultural. Actualmente la propiedad pertenece a la Diputación Provincial de Málaga.

La plaza es de estilo neo mudéjar, teniendo forma de un hexadecágono. Tras la reforma llevada a cabo en 2010 el coso posee un aforo para 9.032 espectadores. El ruedo mide 52 metros de diámetro y las instalaciones de la plaza incluyen 4 corrales, 10 chiqueros, caballerizas, corraleta para la prueba de caballos, sala de toreros, enfermería. En sus dependencias se encuentra ubicado el Museo Taurino Antonio Ordóñez.

Esta es, sin duda, una de las plazas de toros más bonitas que poder visitar debido a su particular estilo arquitectónico y a la historia taurina que recoge. Además, desde el año 2009 se celebra durante la semana de feria taurina una corrida de toros al estilo picassiano de la época de Pablo Ruiz Picasso y en la que los toreros actuantes vestían trajes picassianos con algunos de los cuadros que pintó el gran artista malagueño.

Una oportunidad única para poder disfrutar de una plaza decorada y engalanada para la ocasión y en la que los toreros presentan verdaderas obras de arte en sus trajes de influencia picassiana creados especialmente para esta cita.

A pocos metros de La Malagueta se encuentra el Parque de Málaga, ubicado en pleno centro y desde el que poder llegar hasta el Puerto. Además de ver cruceros, lujosos yates y barcos de pesca, esta zona también dispone de una amplia oferta de restauración, de compras y de ocio. Muy cerca se encuentra el faro desde donde poder disfrutar de un espectacular atardecer.

La Playa de la Malagueta es otro de los lugares más icónicos de la ciudad y donde poder disfrutar de una playa urbana de más de un kilómetro de longitud que cuenta con numerosos servicios de los que poder disponer durante todo el día. Al lado de la Malagueta está la Playa de La Caleta, más tranquila y con la misma oferta gastronómica y el lugar perfecto para poder degustar uno de sus platos más típicos, los espetos.

Sin duda, Málaga es uno de los mejores lugares de España en los que poder disfrutar de unos días de descanso conjugando historia, cultura, arte y ocio y cuya estancia se puede ampliar visitando alguno de los muchos pueblos que ofrece la provincia.

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