Hablar de Marbella y Puerto Banús es hacerlo de sol y playa pero también hacerlo de un aura de lujo que ha envuelto a estas dos localidades malagueñas durante las últimas décadas y que les situaron durante años como el epicentro de la Costa del Sol.
Pero más allá de eso, tanto Marbella como Puerto Banús esconden grandes joyas históricas, pintorescas calles y un sinfín de establecimientos en los que perderse para disfrutar de unas vacaciones diferentes a las que podemos estar acostumbrados.
Fue durante la década de los años cincuenta cuando el lujo comenzó a formar parte de la vida marbellí y famosos e importantes personalidades la elegían para pasar sus vacaciones en la Milla de Oro. Pero la capital de la emblemática Costa del Sol va más allá de la imagen de lujo, fiestas y yates que siempre ha proyectado y también ofrece un precioso centro histórico lleno de callejuelas para perderse y rincones con encanto además de una gran variedad de playas.
Caminar hasta perderse por el entramado de estrechas callejuelas del casco antiguo, de trazado árabe y arquitectura andaluza, e ir descubriendo todos sus rincones mágicos, es otra de las mejores cosas que hacer en Marbella.
Una ruta compuesta por calles blancas con balcones de flores entre las que destacan las buganvillas y numerosas tiendas locales dedicadas a la artesanía además de bares y tabernas en los que poder tomarse una copa y probar las diferentes especialidades que ofrece la localidad costera.
La Plaza de los Naranjos es el centro neurálgico del casco antiguo y uno de los lugares más bonitos que ver y en los que parar a hacer una foto. Fue construida después de la reconquista cristiana en 1485 y se encuentra rodeada de casas blancas de estilo andaluz y varios edificios históricos como la Casa Consistorial, la Casa del Corregidor y la Ermita de Santiago, el templo religioso más antiguo de la ciudad.
El centro de la plaza está protagonizado por una fuente renacentista y numerosos naranjos que dan color y nombre.
Otro de los lugares más destacados dentro del entramado del centro histórico es la Calle Ancha y que termina en la Plaza de Santo Cristo donde se encuentra la Ermita del Santo Cristo de la Vera Cruz. Esta calle señorial de siglo XIX, que unía el centro histórico con la zona norte, se caracteriza por sus casas nobiliarias de grandes balconadas y blasones esculpidos en sus fachadas y sus balcones repletos de flores.
Las Murallas de la antigua Alcazaba, situadas también en el centro de Marbella, son otro de los lugares más interesantes que poder visitar. Fue construida entre los siglos XI y XII, durante el reinado de Abderraman III, las ruinas de este castillo son el más vestigio de la civilización musulmana más importante que se conserva en la ciudad e impresiona por sus imponentes murallas y sus torres defensivas.
La iglesia de Santa María de la Encarnación fue construida a principios del siglo XVII, destaca por una fachada con una magnífica portada de piedra roja, de estilo rococó, y una torre de más de 50 metros de altura, mientras que en el interior alberga el magnífico Órgano del Sol Mayor y un retablo de estilo barroco.
Saliendo del casco histórico de Marbella y de camino a su paseo marítimo se encuentra el Parque de la Alameda. Está presidido por una gran fuente circular rodeada de bonitos bancos de azulejos andaluces y una gran variedad de árboles que dan sombra y tranquilidad a locales y turistas.
Marbella cuenta con 23 playas a lo largo de sus 27 kilómetros de costa, entre las más cercanas al centro urbano destaca la de Nagüelles, situada junto el Marbella Club, en plena milla de oro. Pero este gran número permite poder buscar y encontrar la que mejor se adapte a nuestras preferencias.
A tan sólo seis kilómetros de Marbella se encuentra Puerto Banús, una de las zonas más exclusivas de todo Europa. Este glamuroso puerto deportivo con un cierto parecido a Saint Tropez debe su nombre a José Banús, quien fundó la milla de oro en los años sesenta.
Su idea era crear un gran complejo turístico que tuviese fama internacional y decidió crear un puerto que fuese similar a un pueblo andaluz, que puede verse reflejado claramente en la calle de casas blancas en las que se encuentran las boutiques de lujo.
En ella se encuentran tiendas y boutiques de alto lujo como por ejemplo Louis Vuitton, Dolce&Gabbana, Vilebrequin, Gucci o Custo Barcelona entre otras muchas. Puerto Banús es conocido también por los coches de alta gama que circulan por la zona y que aparcan al lado de los grandes yates.
Cruzando de un lado a otro se puede llegar hasta la Playa del Puerto la cuál cuenta también con un pequeño faro y unas vistas privilegiadas a la Montaña de la Costa, gracias a esta formación Marbella cuenta con un clima que le dota de hasta 300 días de sol al año.
Visitar Marbella y Puerto Banús es, sin lugar a dudas, un plan diferente del que poder disfrutar durante nuestras vacaciones en la provincia de Málaga.
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