La ruta del vino Ribera del Duero tiene como protagonista indiscutible a Peñafiel. La villa no sólo es el enclave más importante de este recorrido sino también la cuna de este vino que en la actualidad sigue siendo la actividad económica, social y cultural más importante de la localidad vallisoletana.
Visitar Peñafiel es sinónimo de vino y de historia vitivinícola. Un protagonismo que se percibe en cada rincón de la villa donde adquiere especial relevancia todos los elementos que rodean a esta bebida, desde la vid, hasta las uvas o las barricas en las que madura y envejece el vino.
Además, Peñafiel cuenta con un importante conjunto histórico artístico. Su origen medieval queda patente en el imponente castillo que corona la localidad y se respira al pasear por sus calles, plazas y monumentos que le valieron ser declarada Conjunto Histórico Artístico en 1999.
El Castillo de Peñafiel es el icono de la localidad y su símbolo más reconocido. Fue construido en diversas fases entre los siglos IX y XV y se eleva sobre un cerro estratégico. Declarado Monumento Nacional por su buen estado de conservación y su bello porte con forma de barco, fue adoptado como icono de la Ribera del Duero.
Actualmente, su interior acoge el Museo provincial del Vino, todo un referente enoturístico en la zona, donde poder conocer todo acerca de la cultura del vino de Peñafiel en un recorrido por la historia de la vid, las regiones vitivinícolas del mundo entero, los diseños de botellas y etiquetas, así como de los olores que envuelven al mundo del vino.
Otro de los lugares más característicos de Peñafiel es su popular Plaza del Coso. Un singular espacio público espacio público creado en la Edad Media para albergar festejos taurinos, función que aún conserva en la actualidad. Se trata de un recinto de forma cuadrangular delimitado por medio centenar de viviendas de 2 y 3 pisos con sus característicos balcones de madera.
Esta plaza se convierte en el epicentro de la villa durante sus fiestas patronales cuando se instala un ruedo en el interior de la plaza para sus corridas de toros y, donde se corren sus singulares encierros con reses sueltas tanto fuera como dentro del ruedo.
Durante la Semana Santa, la Plaza del Coso es también escenario de celebración el Domingo de Resurrección con la ‘Bajada del Ángel’, fiesta declarada de Interés Turístico Nacional, en la que un niño vestido de ángel desciende sujetado con cuerdas y le retira el velo de luto a la Virgen con la posterior suelta de unas palomas.
Muy cerca de esta plaza se encuentra un importante patrimonio histórico religioso en el que destaca la céntrica Iglesia de Santa María, la Iglesia de San Miguel de Reoyo, el Convento de San Pablo o el Convento de las Claras.
La mejor forma de completar la visita a Peñafiel es hacerlo conociendo alguna de las muchas bodegas que se asientan en la localidad como pueden ser Pago de Carraovejas, Protos, Arzuaga o Tomás Postigo y donde poder conocer todos los secretos de la elaboración de sus vinos así como disfrutar de la degustación de alguno de ellos.
Una localidad perfecta para visitar durante cualquier época del año y donde además de disfrutar de sus famosos vinos Denominación de Origen, también se puede degustar un buen lechazo asado en horno de leña. Sin duda, un lugar por descubrir y al que volver.
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