El Hipódromo de la Zarzuela es una de las atracciones más destacadas de Madrid y un plan perfecto para realizar durante uno de los muchos domingos a lo largo del año en los que se celebran carreras. La temporada suele comenzar el primer fin de semana de marzo y termina a finales de noviembre. Durante estos meses, cada domingo se celebran seis carreras. En verano, debido a las altas temperaturas, las carreras se celebran por la noche y pasan a ser nocturnas.


Por su pista durante cada cita corren los mejores purasangres y sus premios atraen a los grandes jockeys del país. En cada una de las carreras es posible apostar por el ganador. Se puede apostar desde un euro y existen diversas modalidades, algunas más sencillas y otras menos. Las más sencillas son las apuestas a ganador (se acierta si tu caballo llega el primero), a colocado (se acierta si llega entre los tres primeros) y la gemela, en la que se elige dos caballos y se acierta si llegan en las dos primeras posiciones.
Antes de cada carrera se puede formalizar la apuesta que se quiera realizar y después de cada una, en caso de haber ganado, se puede pedir el abono de la cantidad de dinero obtenida. Para poder conocer mejor los caballos que van a correr, minutos antes de la carrera se les exhibe para que el público pueda estudiar sus condiciones antes de apostar. Al finalizar la carrera, también se les puede volver a ver junto a los jockeys.


A lo largo de la temporada se pueden disputar más de 200 carreras, entre las que destacan los Grandes Premios. Son las mejores pruebas, las que reúnen en la pista a los mejores purasangres, a los grandes jockeys y a las cuadras más potentes. También hay otras dos grandes citas anuales. Una de ellas es el Gran Premio de Madrid y la otra es el Día de los Campeones, que reúne tres Grandes Premios en una sola jornada: el AEGRI, el Rubán y el Memorial Duque de Toledo.
Además de poder presenciar estas carreras, el Hipódromo de la Zarzuela cuenta con otros muchos atractivos. Entre ellos, un gran número de foodtrucks en los que poder comer o beber algo durante la jornada además de atracciones para niños y diferentes actividades programadas de forma puntual.


También existen otras atracciones como el Museo Eduardo Torroja, dedicado al ingeniero responsable del diseño del Hipódromo de la Zarzuela. Las tribunas y voladizos se consideran una genialidad arquitectónica y por eso se declaró Bien de Interés Cultural en 2009. Entre las instalaciones del hipódromo también está la Biblioteca Miguel Ángel Ribera, centro de interpretación de las carreras de caballos. Dispone de más de mil volúmenes.
Un plan de lo más atractivo y accesible para todos los públicos con el que poder disfrutar de una jornada de campo y naturaleza en un escenario difícil de igualar.
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