Es una de las citas más importantes del año en la ciudad califal y el inicio de un mes festivo que se alarga durante tres fines de semana en los que Córdoba se llena de flores, color y mucha alegría. Vecinos y cada vez más visitantes disfrutan de una fiesta sinigual que transforma cada rincón de la capital cordobesa, las Cruces de Mayo.



Este año, desde el día 26 de abril hasta el 1 de mayo, han lucido en las plazas, pasajes y recintos abiertos de la ciudad sus famosas cruces de gran tamaño y decoradas con flores, macetas y mantones de manila. En las 46 cruces que se reparten por Córdoba, las asociaciones de vecinos y peñas son los encargados de instalar una barra de bar donde se sirven las bebidas y tapas típicas que hacen las delicias de los visitantes. Todo ello amenizado con conciertos en directo además de música y espectáculos.





Al acabar la semana, se eligen las cruces ganadoras del concurso organizado por el Ayuntamiento de Córdoba que escoge las más bonitas y originales. Aunque hay varias teorías sobre el inicio de esta tradición, lo que está claro es que data de hasta cien años de historia ya que este mes de mayo se ha celebrado la conmemoración de su centenario.
Córdoba en primavera despliega todos sus encantos y luce más espectacular que nunca. La luz sobre las flores que protagonizan cada rincón de la ciudad y sobre cada uno de sus monumentos hace de ella uno de los destinos imprescindibles de los que disfrutar durante estas fechas.

Además de recorrer sus plazas, Córdoba cuenta con un sinigual conjunto cultural que tiene en la Mezquita su gran protagonista, sin olvidar el impresionante Alcázar de los Reyes Cristianos y el conjunto de patios que lucen especialmente floridos en estas fechas. De hecho, en cuanto acaba el concurso de las Cruces comienza el de los Patios.
El epicentro histórico y cultural de Córdoba es, sin ninguna duda, su Mezquita Catedral, es su edificio más identificativo y el principal reclamo de la ciudad.



A pocos metros de la Mezquita se encuentra el Alcázar de los Reyes Cristianos. Otra de las paradas obligatorias que realizar en Córdoba y uno de los rincones más impresionantes que poder conocer.

Los famosos patios de Córdoba se encuentran muy cerca del Alcázar de los Reyes Cristianos por lo que es una fantástica opción para completar el recorrido por esta parte de la ciudad. El mes de mayo es la mejor época para disfrutar de ellos en su pleno esplendor.



Paseando por el barrio judío se llega a una de las calles más fotografiadas y bonitas de España, la Calleja de las Flores. Desde aquí se puede inmortalizar una de las postales más repetidas de Córdoba.


Más alejado de la zona centro, se erige el Palacio de Viana, una antigua casa palaciega repleta de preciosos y cuidados jardines que se han convertido en una visita imprescindible.


Además, no hay que olvidar la amplia oferta gastronómica que ofrece Córdoba. El salmorejo es su seña de identidad pero también tiene unos platos que bien merecen ser probados como el flamenquín, el rabo de toro, el pastel cordobés o la naranja árabe.


Estos son los principales puntos de interés de Córdoba no sin olvidar los numerosos museos que ofrece la ciudad entre los que destacan el arqueológico, el dedicado al famoso pintor Julio Romero de Torres y el taurino. Este último encierra la esencia taurina que ha impregnado la historia de la ciudad.


Córdoba ha dado grandes figuras al mundo del toro. Además de Manolete, también Lagartijo, Guerrita, Machaquito y el Cordobés. Todos ellos conforman ‘Los Cinco Califas’. Este es el mayor honor al que pueden aspirar los toreros nacidos en la ciudad. Cuenta una leyenda Córdoba, cada treinta años, regala al mundo una figura del toreo.
Historia, cultura, naturaleza, gastronomía.. todo esto y mucho más es lo que ofrece Córdoba en cualquier mes del año aunque mayo sea uno de los más especiales para conocerla o redescubrirla.

¡Si quieres conocer más sobre Córdoba, visita este recorrido!
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