Está situada a orillas del río Rin y se encuentra en la frontera entre los países de Francia y Alemania. Su situación estratégica ha hecho de ella una ciudad con un rico patrimonio histórico y cultural ya que en su espacio convergen hasta tres idiomas y es uno de los lugares con más encanto de Suiza tanto por su importante casco histórico como por la belleza sorprendente de sus calles.
El río Rin es el gran protagonista de la ciudad de Basilea o Basel. No solo divide la urbe sino que también ha sido clave en el desarrollo de su historia y de la vida de su población. Separa el casco antiguo de la parte nueva y es uno de los puntos de encuentro.
En verano, no son pocos los vecinos y turistas que se bañan o que montan en alguna embarcación para recorrer todo su recorrido. A través de algunos de sus puentes, es posible atravesar a otra parte de la ciudad y no menos interesante ya que está plagada de locales alternativos que merece la pena conocer.
Uno de ellos es el puente de Mittlere Brücke fue construido en el año 1226 y reconstruido después en 1905 para poder habilitar el paso del tranvía. Actualmente, es el más importante y da acceso a El Kleinbasel, un barrio situado en la parte nueva a la orilla del Rin y uno de los lugares que están más de moda.


De vuelta a la otra parte de la ciudad, igual que ocurre con el Rin, el Ayuntamiento de Basel es otro de los grandes iconos de la ciudad. Llama la atención por su estilo renacentista y por el reloj, los escudos y las diferentes decoraciones que protagonizan su fachada. Se encuentra ubicado en Markplatz, donde también tiene lugar un mercado de alimentación.
La Catedral Basler Münster fue reconstruida a finales del siglo XIV tras un terremoto y, sin lugar a dudas, es el tercero de los lugares más representativos que tiene Basel. Sus altas torres se pueden ver desde diferentes puntos y si se accede a ellas también se puede disfrutar de unas vistas increíbles de la ciudad. Cabe reseñar que en su interior se encuentra la tumba de Erasmo de Róterdam, icono del programa Erasmus.


Por la parte de atrás se puede entrar hasta un pequeño claustro y al mirador Pfalz,desde donde observar gran parte de la ciudad. En esta misma plaza, en la época navideña, se llena de un bonito y encantador mercado navideño con diferentes puestos de alimentación y de souvenirs. También se instala un inmenso abeto navideño decorado por el conocido decorador de Basilea Johann Wanner. y muy cerca se puede encontrar alguno de los mejores restaurantes de Basel.


Este no es el único mercado navideño del que puede presumir la ciudad ya que en Barfüsserplatz también se instala uno de ellos. Enclavado en el casco histórico, comerciantes y artesanos ofrecen sus productos en rústicos chalets de madera. También se ofrecen delicias culinarias, ya sea una raclette suiza o una taza de vino caliente.


Las tradicionales luces navideñas de Freie Strasse y St. Alban-Tal son también otro de los puntos más destacados en Navidad
Además, es una importante ciudad cultural ya que cuenta con hasta 40 museos. Algunos son el museo de Arte o Kunstmuseum, el Museo de Anatomía, el de Papel, de la Antigüedad o el de los Juguetes, entre muchos otros.
Basel fue una ciudad medieval y como tal, tuvo una importante muralla que la protegía de posibles invasores. Actualmente, se conserva buena parte de ella y prueba de ello es la puerta Spalentor, una de las más relevantes de las tres que todavía se encuentran en pie. Su historia sigue presente en cada una de sus pintorescas calles. Su casco histórico no solo es uno de los mejores conservados de Europa sino también uno de los más bonitos que poder admirar.






En sus calles aledañas se puede disfrutar de todo tipo de tiendas, desde textiles como de complementos, de recuerdos o souvenirs así como también galerías de arte. También se pueden encontrar cafeterías, cervecerías y restaurantes donde probar su típica gastronomía entre la que destaca, como no podía ser de otra manera, el chocolate.





La mejor forma de completar la visita a Basel es seguir con un recorrido por algunas de las ciudades más cercanas como pueden ser la medieval Lucerna o la capital suiza de Zúrich. También, se pueden conocer regiones cercanas como la francesa Alsacia o la alemana Selva Negra.