Es, sin duda, una de las ciudades más bonitas y con más encanto de Suiza. Luzern conserva un bonito casco antiguo medieval protagonizado por los puentes de madera que se encuentran por encima del río Reuss, que separa y baña Lucerna o Luzern igual que lo hace el Lago de los Cuatro Cantones.
Su casco histórico te transporta directamente a la época medieval gracias a sus bonitos edificios y fachadas pintadas de estilo renacentista. Recorrerlas es uno de los mejores planes que poder realizar en Luzern además de entrar en una de sus coquetas cafeterías, donde degustar un chocolate caliente y uno de los panecillos típicos de San Nicolás con forma de muñeco.
En esta parte se puede encontrar también la Iglesia de San Leodegario, una de las más antiguas de Suiza. Está dedicada a los patrones de la ciudad y está construida sobre una basílica románica del siglo VIII que se quemó.
Muy cerca del templo y subiendo por unas escaleras, en unos minutos, se puede llegar hasta la Muralla de Luzern. La antigua muralla medieval o Museggmauer conserva hoy en día hasta 9 torres defensivas y es una de las que en mejor estado se conservan y que pueden recorrer a pie y sus vistas son realmente alucinantes.
La última de las visitas imprescindibles de la zona céntrica de Luzern es la escultura de un león moribundo junto a un escudo de la monarquía francesa y junto al emblema del país suizo. Tiene 10 metros y está tallada sobre una gran roca con un pequeño lago delante. Su construcción sirve como tributo a los 760 soldados de la Guardia Suiza que murieron defendiendo al rey Luis XVI y a su familia durante la Revolución Francesa.
Pero si algo caracteriza Luzern es el Kapellbrücke o Puente de la Capilla es el puente protagonista de Luzern. Está cubierto por madera del siglo XIV y está considerado como el más antiguo de estas características en Europa. Tiene más de 200 metros de longitud y permite cruzar de punta a punta mientras se puede ir observando las distintas pinturas que decoran su recorrido interior.
El Spreuerbrücke es otro de los puentes de madera que cruzan el río Reuss. Fue construido en el año 1408 y, después, restaurado en 1889. En su interior cuenta con 67 retablos decorativos que representan el baile de los muertos así como una pequeña capilla dedicada a la Virgen María.
La Iglesia de los Jesuitas, que se encuentra situada junto al río Reuss, data del año 1677 y fue la primera en todo el país de estilo barroco. Destaca por sus dos torres y por su imponente arquitectura.
Otra de las estampas típicas de Luzern es el lago de los Cuatro Cantones, rodeado de grandes montañas y que baña toda la ciudad dejando una de las imágenes más bonitas de Suiza. Es un enorme lago de origen glaciar pero que hoy cuenta con aguas cristalinas que debe su nombre a los cuatro cantones o regiones que lo rodean: Lucerna, Uri, Schwyz y Unterwalden.
Uno de los mejores miradores para admirar el lago y el paisaje que lo rodea es el Fronalpstock, al que se accede subiendo a un telesilla en Stoos. Y, por supuesto, la última de las visitas imprescindibles de Luzern es una de sus muchas fondues en las que probar este plato tan típico del país.
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