Ruta por Lanzarote, tierra de volcanes y playas paradisíacas

Sus espectaculares paisajes volcánicos, increíbles playas e infinito número de atractivos culturales hacen de Lanzarote un destino imprescindible. Su agradable clima y su rica gastronomía convierten a esta isla en uno de los mejores viajes que poder realizar en cualquier época ya que cuenta con unas temperaturas suaves a lo largo de todo el año.

Una semana es el tiempo ideal para poder conocer la isla y disfrutar de cada uno de los rincones pero su tamaño también permite recorrerla sin problema en menos tiempo por lo que tres o cuatro días bastaría. Si hay algo que caracterice Lanzarote son sus volcanes, sobre los que se ha extendido su territorio.

El Timanfaya es, precisamente, el resultado de varias erupciones volcánicas que se dieron entre los años 1720, 1736 y 1824. Por eso, visitarlo significa disfrutar de unos paisajes marcianos que impresionan y que se pueden recorrer en autobús por la que se conoce como la Ruta de los Volcanes y las Montañas del Fuego.


Uno de los pueblos más cercanos al Timanfaya es Yaiza. Este se encuentra en el borde del área sepultada por las erupciones volcánicas de 1730 y 1736. Precisamente, la crónica fundamental de las erupciones fue narrada por su entonces párroco, Andrés Lorenzo Curbelo. Se trata de uno de los pueblos mejor conservados del archipiélago canario, cuenta con diversos premios de embellecimiento, sensación que percibe el visitante al pasar entre sus calles y casas cuidadas y decoradas con variedad de plantas y flores.


Muy cerca del Timanfaya se encuentra otra de las zonas más visitadas de Lanzarote. La Geria está formada por plantaciones de vides en plena tierra volcánica que convierten este en uno de los paisajes más bonitos de los que disfrutar en toda la isla ya que las vides están plantadas en un cono protegido contra el viento por muros de piedra. En esta zona se concentran muchas bodegas en las que poder realizar una visita o probar sus mejores vinos de malvasía.


A pocos kilómetros se puede visitar uno de los volcanes más llamativos de Lanzarote, el volcán el Cuervo, que tiene una forma muy peculiar. Una buena forma de completar este recorrido es conociendo una de sus playas más populares, Playa Blanca. Su arena clara y su calma en el mar hace de esta una de las más concurridas de la isla.


Desde Playa Blanca y accediendo a través de un camino se puede llegar hasta la Playa Papagayo, la playa más famosa de la isla. Está situada en el Monumento Natural de Los Ajaches y en esta misma zona también se ubican otras playas vírgenes como la Playa de la Cera, la Playa Mujeres, el Caletón de San Marcial y la Playa del Pozo.


En el Puerto del Carmen es donde más ambiente nocturno se puede encontrar en la isla y, también, donde poder disfrutar de un atardecer en sus playas ya que está compuesto por Playa Grande, Playa Chica y Los Pocillos.


Otro de los lugares imprescindibles de Lanzarote es Arrecife, la capital de la isla desde la segunda mitad del siglo XIX y su centro administrativo y comercial. De ella destacan sus castillos de San Gabriel y San José, que ponen de manifiesto el importante papel defensivo que tenía esta ciudad. El primero data del siglo XVI y el segundo del XVIII.


La mejor opción para conocer Arrecife es dar un paseo por sus calles y poder disfrutar también de la Iglesia de San Ginés o del Charco de San Ginés, un entrante de agua de mar que la convierte en la Venecia del Atlántico. Fue remodelado por el diseñador César Manrique y ahora es utilizado únicamente para fondeo de barcos.


La obra más conocida de César Manrique en Lanzarote es Los Jameos del Agua. Al igual que la Cueva de los Verdes, este lugar se creó con la erupción del Volcán de la Corona. El jameo es una palabra de origen guanche y hace referencia al agujero que se crea después de que el techo de un tubo volcánico se hunda.


Este Centro de Arte, Cultura y Turismo está conformado por 3 jameos o aberturas. El Jameo Chico, que da acceso y donde se sitúa el restaurante; el Jameo Grande, donde encontrarás una piscina y el Jameo de la Cazuela, con un impresionante auditorio natural con capacidad para 550 personas. También se puede observar la laguna originada por la filtración de agua marina y habitada por el Cangrejo Ciego, en peligro de extinción y símbolo de los Jameos del Agua.

Junto a los Jameos del Agua está la Casa de los Volcanes que incluye distintos paneles y objetos que explican datos de interés y ofrece experiencias inmersivas relacionadas con este fenómeno de la naturaleza.

La Cueva de los Verdes, situada apenas a unos metros, está formada por un tubo volcánico que tuvo lugar hace más de 4.000 años gracias a la erupción del volcán de La Corona. La cueva alcanza casi los 8 kilómetros y está repleta de bóvedas y lagunas interiores que realmente impresionan al visitante que puede realizar todo su recorrido durante unos 45 minutos.


La figura de César Manrique es muy importante en la isla y su impronta se encuentra distribuida a lo largo de todo Lanzarote. El artista, pintor, escultor, paisajista y creador universal desarrolló aquí, su isla natal, la máxima expresión de la unión del arte, la mano del hombre y la naturaleza.

El amor que sentía el artista por Lanzarote siempre definió cada una de sus creaciones. En todas ellas, buscaba un diálogo extremadamente respetuoso y enriquecedor con el medio ambiente y la naturaleza, y a la vez, mantenía vivos los valores arquitectónicos de la tradición isleña; remarcando la personalidad de Lanzarote de forma tal que, sin su obra, sería imposible imaginar hoy en día la isla, a la que tomaba como referente fundamental no sólo en su arte, sino también en su propia existencia. 

A apenas 2 kilómetros nos encontramos con Punta Mujeres, un pequeño pueblo costero del municipio de Haría en la costa noreste que está compuesto por múltiples casas blancas que aún conserva todo su encanto tradicional y que convierten a este lugar en un pequeño paraíso para toda la familia. 

Esta costa escarpada ha dejado unas curiosas piscinas naturales en las que se combina a la perfección mar, lava y sol. Se trata de unas calas cerradas con muros dejando como resultado un curioso parque acuático natural que merece la pena visitar y conocer.


Pero en Lanzarote todavía hay mucho más que descubrir y muestra de ello es el singular paisaje que conforma el Charco Verde o Charco de los Clicos. Está situado en el Parque Natural de Los Volcanes y su intenso color verde se debe al alga que la habita y al azufre de la composición del agua.


Ya no se puede ver desde cerca pero sí desde el mirador situado en El Golfo, un coqueto pueblo pesquero desde donde poder disfrutar de la caída del sol frente a sus playas de grandes piedras negras.


Al lado se encuentra una ruta hacia El Golfo formada por esta playa de arena volcánica negra completamente virgen y que cuenta con vistas a la Montaña Bermeja, de color rojizo. Aquí se encuentran los conocidos como Los Hervideros, uno de los lugares más singulares de la isla.


Teguise es uno de los puntos más turísticos de la isla. Formado por el pueblo de Teguise, uno de los más bonitos de España, y la Costa Teguise, se puede disfrutar tanto de mercadillos de artesanía y productos locales como también de platas y todo tipo de deportes náuticos y acuáticos para los amantes de estas disciplinas. También conocido como la Villa de Teguise, esta fue la capital de Lanzarote desde su fundación en el siglo XV hasta 1852, cuando se trasladó a Arrecife.


El archipiélago de Canarias está conformado por 7 islas principales, pero también pertenecen a él el Archipiélago Chinijo y la Isla de Lobos. En este primero se incluye la isla de La Graciosa, que puede ser observada desde muchos puntos de Lanzarote con perfecta nitidez. Está compuesta por volcanes, playas de arena dorada bañadas por aguas cristalinas y pequeños pueblos blancos de carreteras sin asfaltar. Se puede visitar yendo en uno de los ferrys que salen diariamente desde Lanzarote.


La playa de Famara es otra de las más conocidas. Cuenta con 6 kilómetros de longitud y tiene un impresionante risco de casi 700 metros por lo que es uno de los paisajes más majestuosos de Lanzarote. Es una de las playas con más viento, debido a los alisios, lo que la hace perfecta para practicar windsurf, kitesurf y surf.


Lanzarote, una isla repleta de paisajes únicos, cuenta también con las Grietas de Lanzarote, una enorme grieta de 600 metros de altura formada en la ladera del volcán Montaña Blanca que se extiende a lo largo de unos veinte metros a través de un estrecho pasillo de lava solidificada hasta su pared final.


Estos pequeños cañones se han horadado en Montaña Blanca por la acción del agua a lo largo de los años. Son tres grietas en total separadas por solamente unos metros entre ellas. La más interesante es la principal pero se puede pasear por todas ellas a través de un pasillo natural muy estrecho con paredes irregulares.

En definitiva, Lanzarote tiene algo diferente que va más allá de lo que se pueda encontrar en cualquier destino de sol y playa. Una isla en la que la naturaleza y el arte van de la mano, donde sus gentes sienten y viven el compromiso y orgullo de pertenecer a ella, y la comida sabe a mar y a campo, una isla cuya esencia deja huella.

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