Guía completa de Gran Canaria en una semana, un continente en miniatura

Es conocida como un continente en miniatura, y no es para menos. Gran Canaria cuenta con una diversidad natural, cultural, artística y gastronómica que hace de ella uno de los destinos más completos a los que poder viajar y dónde disfrutar de un verdadero paraíso natural marcado por las suaves temperaturas, el agua cristalina y un impresionante paisaje.

Una semana es el tiempo perfecto para poder recorrer la isla y conocer cada uno de sus rincones aunque nunca está de más poder dedicar unos días más ya que siempre hay un lugar más por descubrir y que nos haga maravillar ante la heterogeneidad de esta isla.

El Puerto de Mogán es uno de los lugares más bonitos de Gran Canaria. Está ubicado en la zona suroeste de la isla y se trata de un pintoresco pueblo costero que cuenta con una arquitectura tradicional blanca y de colores vivos y un ambiente marinero que hace de él un destino perfecto. Es conocido también como la ‘Pequeña Venecia’ debido a sus canales y puentes.

Justo al lado del puerto se encuentra la playa de Mogán, de arena dorada y aguas cristalinas, ideal para nadar y relajarse. Además, en la Cofradía de Pescadores se puede disfrutar de la gastronomía típica de la zona con el pescado, el marisco y los arroces como su gran especialidad.

Desde el Puerto de Mogán parte diariamente un barco que recorre parte de esta costa y que comunica este punto con otros como Puerto Rico, Anfi del Mar o Arguineguín. En todos estos destinos se puede disfrutar de distintos deportes acuáticos así como de unas playas de aguas cristalinas y tranquilas ideales para relajarse.

Siguiendo por los pueblos más bonitos con los que cuenta Gran Canaria nos vamos a Teror, una localidad que cuenta con uno de los cascos históricos más pintorescos de la isla. Además, es uno de los centros de peregrinaje para los locales ya que aquí se encuentra la Basílica de la Virgen del Pino, la Patrona de la Diócesis de Canarias.

Fue construida en el siglo XVIII alberga la imagen de la Virgen del Pino, que data del siglo XV. Todos los 7 de septiembre Teror vive uno de los días más especiales del año con la romería en honor a su virgen, a la que acuden miles de gran canarios y donde se puede disfrutar de la historia y cultura canaria.

De Teror no puede uno irse sin probar su plato más característico, los chorizos de Teror. En total, existen 3 variedades diferentes (dulce, suave y picante) y son reconocidos por toda Canarias. En cualquier bar del pueblo sirven esta delicia para desayunar o, también, como acompañamiento a la hora de tomar el vermú.

Muy cerca de Teror se encuentra Firgas, un pequeño pueblo del norte de Gran Canaria con mucho encanto. Es conocido por la belleza natural que emana de cada una de sus calles teniendo como uno de sus principales atractivos los Jardines de la Marquesa, un conjunto de jardines con fuentes, estanques y senderos.

Continuando hacía la zona norte de la isla nos encontramos con Arucas, conocida por su arquitectura colonial y su rica historia convirtiéndola en uno de los grandes imprescindibles de la isla. Su impresionante Iglesia de San Juan Bautista es su símbolo de identidad aunque también cuenta con el Jardín de la Marquesa, el Museo Municipal de Arucas o la Plaza de San Juan.

Además, Arucas es conocida por albergar la destilería que produce el famoso Ron Arehucas, uno de los rones más conocidos de Canarias y de España. Diariamente ofrecen visitas guiadas en las que poder aprender todo acerca de esta bebida, su producción y venta. Al final, también se pueden probar sus productos y adquirir alguna botella en su tienda.

Para contar con una panorámica completa de Arucas, el Mirador de la Montaña de Arucas ofrece una de las vistas más impresionantes de la isla. A muy poca distancia se encuentra también el Mundo del Plátano, ubicado en la Hacienda la Rekompensa, un inmenso espacio de plataneras de más de 30 variedades.

Este es el lugar perfecto para conocer todo acerca de la fruta más característica del archipiélago y donde poder probar todo tipo de productos elaborados a base de plátano como vino, licores, mermelada, gominolas, cremas e incluso labiales.

En esta misma zona norte, se erige el viejo faro de Sardina del Norte, en la costa de Gáldar, en el noroeste de Gran Canaria, que proyectó su primer destello sobre este cuadrante del Atlántico el 15 de febrero de 1891. La actual estructura, levantada en el mismo emplazamiento y que sustituyó al antiguo vigía en 1986, tomó su relevo en la tarea de ejercer de guardián en un sublime litoral rocoso donde las vigorosas olas llegan casi a cámara lenta, agotadas tras su periplo oceánico.

La ciudad de Gáldar, cabecera de uno de los antiguos reinos de la isla, antes de la Conquista de Gran Canaria muestra parte de su pasado más antiguo en el Parque Arqueológico de la Cueva Pintada, en el centro de esta ciudad, se encuentra uno de los principales hallazgos del arte rupestre del área atlántica.

El centro de la ciudad, declarado Conjunto Histórico en 1981, conserva varios edificios notables. El Templo Matriz de Santiago de Gáldar, uno de los más bellos de Canarias, pasa por ser el puente entre el estilo barroco y el primer neoclasicismo del archipiélago. Se conservan en el templo interesantes obras de arte como la Pila Verde, donde recibieron su primer bautizo los canarios vencidos tras la Conquista de la isla.

Sin dejar la ruta de los pueblos más bonitos de Gran Canaria llegamos hasta Agaete, un pueblo que parece haberse detenido en el tiempo e ideal para practicas en su puerto el buceo o el snorkel ya que cuenta con uno de los fondos marinos más vírgenes de toda la isla. Aquí además se puede comer un gran producto fresco en alguno de los restaurantes de la localidad.

Sus piscinas naturales son también una de las opciones favoritas de los visitantes siendo estas algunas de las más populares de la zona norte de la Isla. La más transitada es la Playa de Las Nieves, de aguas tranquilas y buen ambiente marinero repleta de restaurantes que ofrecen lo mejor de la gastronomía del lugar con un pintoresco paseo marítimo.

Y si hay un símbolo que caracterice Gran Canaria este es, sin duda, el Roque Nublo. Como el Teide en Tenerife, este conforma el elemento natural más importante de la isla. Se encuentra ubicado en el centro de la isla de Gran Canaria, en el Parque Rural del Nublo y es conocido por ser una de las formaciones rocosas más grandes del mundo debido a sus 80 metros y una elevación de unos 1.813 metros sobre el nivel del mar.

Se puede admirar desde diferentes puntos de la isla pero uno de los mejores es desde Tejeda, uno de los pueblos a mayor altura. Cuenta en su cumbre con un mirador con vistas únicas a la Caldera de Tirajana y al parque Rural del Nublo.

El mirador de la Degollada de Becerra constituye, también, un lugar de especial interés. Localizado entre La Cruz de Tejeda y el Pico de los Pozos de las Nieves, es un mirador natural. Tejeda se halla dentro de la caldera volcánica de Tejeda en pleno corazón de Gran Canaria.

A solo unos kilómetros se encuentra el mirador más alto de Gran Canaria, el Pico de las Nieves. Esta atalaya está situada en el mismo centro de la isla, a 1.949 metros de altitud. Desde allí se ve el amplio sector de la isla declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco, con su infinidad de barrancos profundos y de aristas afiladas, cubiertos de vegetación y coronados por pitones volcánicos de formas enigmáticas. Sin duda, uno de los lugares más impresionantes que poder conocer.

Recorriendo en coche Gran Canaria es fácil encontrarse con lugares realmente únicos como es también el Mirador del Balcón, cerca del extremo occidental de Gran Canaria, sobre un acantilado que cae en vertical hasta el inmenso azul del océano Atlántico. Desde allí se distingue perfectamente ‘la cola de dragón’, una pared de acantilados costeros con cumbres en zigzag que recuerda al monstruo mitológico. Volviendo la vista hacia el interior de la isla, se ve el barranco de La Arena y el ancho y verde valle de La Aldea de San Nicolás.

Por este mismo camino nos encontramos con la ruta de los Azulejos, los espectaculares afloramientos verde jade y de tonos ocres y rojizos visibles a causa de la erosión son fruto del encuentro del fuego y el agua en la formación de la isla.

Las paredes de los acantilados de poniente del macizo de Inagua son el lienzo ya que obra de arte natural que atrapa la mirada de quienes circulan por la carretera que conduce de La Aldea de San Nicolás a Mogán leva la firma de la lava y del agua, tras su encuentro en el proceso de formación de la isla millones de años atrás cuando la potencia del episodio forjó una delicada pieza.

Además, los muchos barrancos con los que cuenta la isla hacen de cualquier recorrido en coche un viaje en el tiempo. Prueba de ello es el Barranco de Guadayeque, una joya escondida de la naturaleza. Este extenso barranco de 15 kilómetros de largo situado en el sureste de la isla fascina al visitante con su paisaje agreste, de laderas escarpadas cubiertas de vegetación autóctona y curso sinuoso.

Pero si por algo es conocida Gran Canaria es por las Dunas de Maspalomas, un espacio natural único en las Islas Canarias por su belleza y la variedad de ecosistemas que alberga. Protegido por el Gobierno de Canarias como reserva natural especial, sus 400 hectáreas engloban una excelente playa, un campo de dunas vivas de arena orgánica, un bosque de palmeras y una laguna salobre.

Esta mezcla de desierto y oasis se encuentra en la costa del extremo sur de Gran Canaria y está rodeada de los afamados establecimientos hoteleros del gran núcleo turístico de Maspalomas. Para conocer mejor este paraje natural, conviene visitar su centro de información y el mirador, ambos ubicados en el Hotel Riu Palace, en el sector nordeste de Maspalomas conocido como Playa del Inglés. 

A pocos metros de aquí se encuentra Meloneras, el lugar idóneo para relajarse y pasarlo bien. Pasear por su gran avenida marítima, hacer footing frente al mar o regalarse la mejor sobremesa con extraordinarias vistas, son solo algunos de los innumerables planes que ofrece Meloneras, uno de los rincones con más atractivo de la isla.

Otra opción muy recomendable es disfrutar de la variada y moderna gastronomía o recorrer su paseo marítimo con la música de las terrazas de fondo y disfrutar de una de las mejores puestas de sol. El lugar ideal para pasar unos días de ocio y descanso en familia, pareja o entre amigos.

Y no podemos terminar este itinerario sin hablar de la capital de Gran Canaria, Las Palmas. Es conocida por ser una de las pocas capitales de España que tiene kilómetros de playa gracias a la Playa de las Canteras, la Bahía del Confital, Alcaravaneras o la Playa de la Laja.

En la zona más antigua y con más historia de Gran Canaria se encuentra el barrio de Vegueta, convertido en el núcleo fundacional de Las Palmas de Gran Canaria a finales del siglo XV. En sus plazas se hallan edificios históricos como la Casa de Colón, la catedral de Santa Ana, el Museo Canario, el Gabinete Literario, las Casas Consistoriales y el Centro Atlántico de Arte Moderno.

La amplia oferta comercial del casco antiguo de la ciudad se extiende junto al Mercado, construido en 1856, y por la comercial calle de Triana. Esta es una de las zonas más antiguas de Las Palmas de Gran Canaria, además de ser la zona comercial más importante de la ciudad.

Paseando por su calle principal, la calle Mayor de Triana, declarada como monumento histórico nacional por los grandes edificios de estilo arquitectónico de los siglos XVIII al XX de los que presume, se pueden descubrir una amplia variedad de modernas boutiques de moda o comercios que conservan la estética tradicional.

También en esta zona de Las Palmas se encuentra la Casa-Museo Pérez Galdós de Las Palmas de Gran Canaria, una vivienda tradicional del siglo XIX y parte del XX. En ella nació y vivió el escritor Benito Pérez Galdós hasta los 19 años (1862). Aunque su transformación y uso como museo hicieron necesarios algunos cambios, se han mantenido los materiales y la estructura primitiva, que, siguiendo la tradicional arquitectura doméstica canaria del siglo XIX, habilita la vivienda en torno a dos patios centrales.

En ella pueden contemplarse, además de muchos de los muebles conservados, una interesante colección de instrumentos musicales, obras de arte, fotografías y otros objetos decorativos. Merecen citarse las reconstrucciones de la habitación donde nació Benito, o el despacho y el dormitorio de su casa de ‘San Quintín’ en Santander.

En Las Palmas de Gran Canaria se puede disfrutar de algunos de los mejores restaurantes de la isla y donde poder probar algunas de sus delicias culinarias como son las papas con mojo, una amplia variedad de pescados, su dulce más típico, el polvito uruguayo, o el barraquito, su tradicional café.

Y para terminar nuestro itinerario por la isla, apenas a 13 kilómetros de la capital se encuentra Telde, el municipio más extenso y poblado de la comarca oriental de Gran Canaria. Destaca por los numerosos vestigios arqueológicos debido a que esta zona fue, en época prehispánica, uno de los dos reinos en los que se dividió este territorio.

Este es uno de los muchos pueblos que ofrece la isla y en los que poder conocer un poco más de Gran Canaria completando así el recorrido de una semana por este pequeño gran continente que esconde verdaderas maravillas naturales a cada paso.

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