La Verona de Romeo y Julieta

Hablar de Verona es hacerlo de manera irremediable de la conocida obra literaria de William Shakespeare, Romeo y Julieta. El escritor ubicó en esta ciudad italiana una tragedia dramatúrgica que hoy en día se ha convertido en uno de sus ejes culturales principales.

Pero Verona es mucho más que el escenario de esta historia ya que esta es, sin duda, una de las ciudades más bonitas que poder visitar en el norte de Italia. Bañada por el río Adigio, encierra una belleza que no solo inspiró al escritor inglés sino también a otros muchos artistas que han encontrado en sus calles empedradas a sus musas.


El monumento más célebre de Verona es su anfiteatro. Conocido como La Arena de Verona, recuerda al Coliseo de Roma por su forma, se encuentra en perfecto estado. Poseía un aforo para alrededor de treinta mil personas. Actualmente, mantiene todavía los asientos originales y arcos exteriores de la época en la que se celebraban grandes espectáculos y juegos aunque hoy en día sólo se utiliza para realizar conciertos música.


La Arena de Verona se ubica en la Plaza de Bra donde se pueden encontrar un gran número de edificios de carácter histórico y también diferentes restaurantes en los que compartir una inolvidable velada en un escenario único.

La Casa de Julieta es el lugar más visitado de Verona. Es un palacio del Siglo XII que ha sido transformado en museo, convirtiéndose así en el lugar más fotografiado diariamente en la ciudad. Desde el patio que se conserva permite observar el balcón que sirvió como escenario de una de las escenas más famosas de la historia de la literatura.


En este mismo espacio también se encuentra la estatua de bronce de Julieta. La leyenda dice que quien toca su pecho tendrá buena suerte en el amor por lo que es habitual observar largas esperas para cumplir con la tradición. Muy cerca se ubica la casa de Romeo aunque esta es de titularidad privada y no puede visitarse.


A través de las vías comerciales Giuseppe Mazzini y Dei Pellicciai se llega a la Piazza delle Erbe, la más antigua de Verona. Fue el foro romano de Verona y allí se concentraba la actividad política, económica y social de la ciudad. En ella se erige la Torre Lamberti de ochenta y cuatro metros de altura y otro de los monumentos más famosos de esta plaza y el más antiguo, es la Fuente de Madonna.

Otros edificios históricos que rodean la Piazza delle Erbe son el Palacio de la Razón, el Palacio Maffei de estilo barroco, las Casas Mazzanti, la Domus Mercatorum o Casa de los Mercaderes y la Torre del Gardello, que cuenta con uno de los relojes mecánicos más antiguos de Europa.
Además, aquí también está instalado un curioso mercado que vende todo tipo de verduras y frutas además de souvenirs para los turistas.


En Verona se conservan dos castillos, Castelvecchio, un castillo medieval del 1354, ubicado a orillas del río Adige y Castel de San Pietro. Este último está situado en una posición estratégica ya que fue construido en lo alto de una pequeña colina, es uno de los lugares más bonitos que visitar. Disfrutar del atardecer en su mirador es, sin duda, una de las experiencias más mágicas que poder vivir en la ciudad. El sol cayendo sobre el río deja una estampa inolvidable sobre toda la ciudad y, especialmente, sobre el Puente de Piedra.


Este puente construido en el siglo I sobre el río Adigio, es el monumento romano más antiguo de la ciudad. Fue bombardeado durante la II Guerra Mundial y se reconstruyó con las piedras originales. Cerca de la colina de San Pietro, se conserva el Teatro Romano, otro de los edificios más importantes de la época del Imperio Romano ya que fue construido en el siglo I A.C y se mantiene en un estado de conservación excepcional.


Volviendo al centro histórico, nos encontramos con la Iglesia de Santa Anastasia. Su fachada está inacabada pero el interior es realmente majestuoso y guarda más de un elemento artístico curioso que descubrir en su visita. El Duomo de Verona es otro de los templos más importantes de la ciudad y su mezcla de estilos es buena prueba de ello.


Cerca de la Piazza dei Signori, donde está levantada una enorme estatua en honor a Dante, se encuentra el Arche Scaligere, cinco monumentos funerarios construidos por la familia Scaligeri. Perteneciente al siglo XIV y de estilo gótico, estas tumbas pertenecen a miembros importantes de esta estirpe local.

Aquí también se ubica el Palazzo della Ragione, perteneciente a la familia más famosa y poderosa de la historia de Verona, Della Scala. En estas estancias condenó a Romeo al destierro por el asesinato de Teobaldo, a quien mató el joven para vengar a Mercucio.


Este es uno de los emplazamientos donde mejor se puede disfrutar de la gastronomía típica de Verona que, como no puede ser de otra forma, tiene en la pasta su mejor embajadora.


Verona es un destino perfecto para poder disfrutar de la historia, cultura y gastronomía italiana. Dos días son más que suficientes para conocerla a fondo por lo que lo idóneo es completar su visita con la de otra ciudad. Se encuentra perfectamente conectada por tren con otras capitales. Padua o Venecia, por ejemplo, están a menos de dos horas.

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